Una de las primeras
aproximaciones para definir la LITERATURA DE LA TOTALIDAD se encuentra en un
trabajo de Myrna Solotorevsky, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, con el
título de POÉTICA DE LA TOTALIDAD.
Myrna afirma que toda obra
literaria es un objeto que existe en sí mismo, se desarrolla un vínculo entre
el contemplador y el objeto, que puede ser recíproco o dialéctico. Cada objeto
es de una índole distinta, explica Myrna, distinguiéndose dos casos polares:
- La estética de la totalidad
- La estética de la
fragmentación
A partir, quizá, de 1965, se
comenzó a discutir con mayor énfasis sobre las preguntas, “Cuál es el verdadero
poder de la literatura y cuáles son sus límites”.
Jean Ricardou, afirmaba que la
literatura no puede estar fuera del lenguaje, la literatura es exploración e
investigación y por lo tanto parte fundamental del hombre.
Simone de Beauvoir, habla del
fondo inseparable de la forma y se muestra en desacuerdo con la afirmación de
Ricardou, “… la literatura no solo es un ejercicio del lenguaje”.
Jean Pierre Fayé, se concentró
mayormente en la comprensión de que la literatura explicaba el mundo y lo
comunicaba por el uso de signos. (Sartre, Jean-Paul, etc. 1965, 31 - 77)
Para Jean Paul Sartre, la
literatura es una acción y su poder está en comunicar, y forma parte de un
circuito comunicativo con la sociedad y con el lector.
Una de las primeras personas
que se da cuenta que la literatura busca la totalidad fue Simone de Beauvoir. (Sartre, Jean-Paul 1980, 23)
Antes que ella, Carl Jung es
consciente de que el ser humano se ve profundamente atraído por la idea de
totalidad, lo total se relaciona con lo perfecto, y se refiere a este aspecto
señalándolo como el Arquetipo de la Totalidad.
En relación con esta idea de
la totalidad, ejerce una especial importancia el concepto de centro, desde el
punto de vista simbólico el centro es el principio y lo real absoluto, el
centro de los centros debe ser el mismísimo Dios.
La literatura, para Carlos
Hugo Garrido Chalén, Académico de la Real Academia de Córdova España, es el
Centro y la Circunferencia, sin literatura no podemos explicar la idea de
divinidad, o las ideas de cualquier Ciencia, Arte o Creencia Religiosa.
La literatura de la Totalidad
es un concepto rescatado por Carlos Garrido de los comienzos de la historia
humana, el escritor y poeta, explica que para el hombre no puede existir
historia sin literatura ni literatura sin historia, nos relata que ha creado,
desarrollado y aplicado los “Principios de la Literatura de la Totalidad”, a
sus más de treinta (30) obras, en la mayoría de las cuales el desenlace es un
retorno al principio.
Garrido hace un regalo a la
cultura en general llenando sus cuadros literarios de figuras diversas: Reales,
irreales, fantásticas, eróticas, pulcras, morales, inmorales, figuras que van
desde ángeles y demonios hasta describir el rostro del mismísimo Dios.
Utiliza metáforas y símbolos
con tal destreza que despierta el hambre de totalidad en todo aquél que lo lee.
El símbolo contiene un sentido
infinito e inagotable. Sus buenos usos y el mejor manejo de la lengua
castellana, en Garrido, brindan una síntesis de lo general y de lo particular,
logra reunir los extremos simbólicos hasta convertirlos en UNO, es decir un
TODO con la característica de ser claro y que va de acuerdo con la capacidad
sincrónica del cerebro humano.
Carlos Garrido, regala con su
certera pluma una reunión de los opuestos, una convivencia unitaria entre el
bien y el mal, el arriba y el abajo, lo superficial y lo profundo.
Además de mantener al lector
pegado al diccionario para actualizar su verbalidad y sus configuraciones
semánticas de totalidad que ofrece cada trama de sus poemas, novelas, cuentos y
ensayos.
Es evidente que el escritor se
convierte en un narrador olímpico y desde el centro de su visión va
describiendo el universo fantástico de su narrativa.
Por último, la Circunferencia
de su presentación nos permite un retorno comprensivo del punto de partida que
despierta los engramas dormidos en el lector, sus aspectos psicológicos más
profundos y ancestrales y fantásticamente el que lee se ve a sí mismo
participando de la obra.
No es un asunto fácil poder
reconocer este manejo de la visión sincrónica y holística de la Literatura y
proponerla al cuerpo de literatos e intelectuales quienes ya juzgan los aportes
que Garrido ha hecho y continúa haciendo a la literatura castellana y
universal.
Carlos Garrido Chalén es el
creador y propulsor de La Literatura de la Totalidad, cuya aplicación puede ser
reconocida en cada una de sus obras.
- “Poética de la totalidad y poética de la fragmentación:
Borges/Sarduy” de Myrna Solotorevsky, Universidad Hebrea de Jerusalén.
- Jorge Luis Borges, "La escritura del dios", en
El Aleph (Buenos Aires: Emecé, 1957), pp 115-121. Severo Sarduy, Cobra (Buenos
Aires: Sudamericana, 1974).
Citaré
de estos textos
- C. G. Jung,
"Mándalas", en Mandal Symbolism, trad. R.F. C. Hull (Princeton:
Princeton University Press, 1973), pp. 3-5.
- Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, Dictionnaire de
symboles (Paris: Éditions Robert Laffont, 1982).
- Dircea Eliade, Lo sagrado y lo profano, trad. Luis Gil
(Madrid: Guadarrama, 1967).
- Mircea Eliade, Lo sagrado y lo profano, p. 29.
- Jacques Derrida, De la gramatologia, trad. Óscar del
Barco y Conrado Ceretti (Buenos Aires: Siglo Veintiuno Argentina Editores,
1971).
- Peter Brooks, Reading for the Plot (Oxford: Clarendon
Press, 1984).
- Tzetvan Todoroy, Théories du symbole (Paris: Seuil,
1977).
- Wolfgang Kayser, "Qui raconte le román?", trad.
Antoine-Marie Buguet, en Poétique du récit (Paris: Seuil, 1977), pp. 59-83.
- Roberto González Echevarría, "Memoria de apariencias
y ensayo de Cobra", en Severo Sarduy (Caracas & Madrid: Editorial
Fundamentos, 1976), pp. 63-86.
- " Jorge Luis Borges, "Pascal", en Otras
Inquisiciones (Buenos Aires: Emecé: 1966), pp. 135-138.
- Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, Dictionnaire de
symboles.
- Jaime Alazraki, La prosa narrativa de Jorge Luis Borges
(Madrid: Credos,1974).
- Emir Rodríguez
Monegal, "Conversación con Severo Sarduy", Revista de Occidente, 93
(1970), pp. 315-343 (p. 327).
- Emir Rodríguez Monegal, "Las metamorfosis del
texto", en Severo Sarduy, pp. 35-61 (p. 36).l.
- Roberto González Echevarría, "Memoria de apariencias
y ensayo de Cobra", en Severo Sarduy, pp. 63-86.