“Temor”
Temo
no ser en mí cuando acabe por hallarme
En
ese estar sin ancla de naufragio anestesiado
Temo
ser sólo en otro
pensamiento
en corriente ideado
Vaciando
desde mí
la
necia silueta del bosquejo
Temo
hacer presencia en el presente que es ajeno
Que
no permite mi sarcasmo
y
me deja en cuerda floja
a
la voluntad de lo pensado
Temo
estar distante de mi asombro
Ausente
del encuentro
Perdida
en el recuerdo escurridizo
Del
arranque de un poema escrito con mi rostro
Temo
hacerme en adjetivos que poco se allegan a mi nombre
Que
calan como juicios y me hacen al desvío
Y
disfrazan mi cuerpo
Y
me visten de armadura
Encadenando
a mi destino pasos que no he andado
Temo
no ser yo quien se halle
Cuando
todo lo demás me haya olvidado
“Paréntesis”
Fuimos paréntesis
Metralletas
estancadas
Al poético ideario
Tan solo un puñado
De metáforas de
guerrilleros
Quedamos en el
paréntesis
de una sociedad
analfabeta
quebrada a la miseria
de su propio escudo
Anulados del idioma
sin respuesta sin agua
sin recuerdo sin tierra
colgados en museos de
selección natural
Dejaron la lucha a
los
hijos ingratos de la
dictadura
sólo pequeños
arañazos
para el moderno y
tempestuoso Chile
“Misil”
Valpo
tiene un poema
un misil metafórico
aterrizando a pleno puerto
Valpo
violado
disfrazado
de colores delirantes
Valpo
adolorido cuajado
un misil
metafórico aterrizando a pleno puerto
Puta de
año nuevo
postal
segura
para los
succionadores de imagen
succionadores
de sangre
de fotografía,
de letra estrellante
Valpo
travesti
un misil
metafórico te penetra a pleno puerto
Valpo
encementado
mano a
mano vamos construyendo
Valpo
reciclado
hijo abandonado
de cuervo
un poema
misiliano te clava en tu propio cuerpo
en tu
propio puerto
Valpo
quemado improvisado
patrimonio
de la patria menos humana
sepultado
en negligencia corporativa
ciudad
espontáneamente urbanizada
Valpo
perrera
gatunera
Valpo
sangrando
un misil
metafórico
te
encementa pleno puerto
tu propio
cuerpo
tu propio puerto.
“En ocasiones”
Suele sentir su
tocar sangrando a pulso.
Suele amanecer con
voz añeja, irritando las amapolas.
Suele estremecerse
con la presencia de garúa.
Llamarse a sí
mismo como yo.
Suele dormirse y
despertarse de vez en cuando,
con la luz del televisor
y una copa de vino en la mano.
Suele preguntar
por su nombre,
por su cara, por
su pasado.
Suele morir cada
noche al verse amarrado a su desprecio.
Suele ser y
desvanecerse
en la pérdida de un sueño que nunca lo cobijó.
“Sobremesa”
Un muerto de hambre.
Un nuevo muerto de
hambre.
a cada segundo
a cada minuto
en cada espacio y
lugar.
El problema no es
el muerto,
es el hambre.
El muerto pasa a
la estadística, pasa a la tierra,
se monta en la
energía cósmica
El hambre
persiste.
presente
carcome
vomita
invalida.
El hambre la trajo
el abuelo
montado en su
caballo de cristal. El abuelo violó
y puso en el
vientre el hambre
y le dijo a ella
que no era nada
y que él nadie era
y se llevó el
trigo
el agua, la
montaña y su mineral
Y dejó el hambre.
El abuelo heredó
el hambre al hijo
y lo llamó muerto
echó cemento en la
tierra
cazó los pájaros
puso una bomba en
la cordillera y se marchó.
El abuelo engendró
un muerto, un muerto de hambre.
El abuelo cría
cerdos para no sentirse solo.
“Reflexiones de una despedida que nunca se
hizo como correspondía”
Mi aroma
no te satisface
mi cama no
te satisface
mi aliento
no te satisface
mi poesía
nunca te satisfizo
y yo
insisto
en
lanzarte mi aroma
en
invitarte a mi cama
en darte
aliento
en
escribirte un verso
Mi pulso
no te place
mi ritmo
no te place
mi
discurso no te place
mi poesía
nunca te dio placer
y yo
insisto
en pulsar
tu ánimo
en ponerle
ritmo
en
discursear el amor
en
recitarte un verso
A mi
sangre no la llamas
a mi
refugio no regresas
de mi
comida no te nutres
y mi
poesía te da lo mismo
y yo
insisto
en que la
letra con sangre entra
y que en
mi casa estarás a salvo
y que la
comida no está envenenada
y te
escribo un par de versos
y quedo
llorando sola en el sillón
Mi soledad
no te preocupa
de mi
histeria no te ocupas
mis
mensajes no los respondes
el libro
que te escribí nunca lo leíste
y yo
insisto
en
quedarme sola por si llegas
en calmar
mi histeria para no ofenderte
en
mandarte cartas con buenas vibras
en
escribirte este último poema
y te digo
Mejor te
vas a la chucha,
Conchetumadre.
Reseña
Isabel Guerrero
(Rancagua, Chile - 1985) Profesora de
Castellano y Filosofía. Escritora. Actualmente es directora de Revista Mal de
Ojo y parte del comité editorial de Revista Latinoamericana La Ira. Publica Poemario Obstinado, por Editorial
E-Lit, 2013. La plaquette Anzuelo, 2015. Ha participado en Encuentros Literarios en
Chile, Colombia, Argentina, México y Cuba.
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